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Cada noche, en la duración de un grito, viene una sombra
Ángela Ferrari curaduría por fernanda ramos mena
 

En Cada noche, en la duración de un grito, viene una sombra[1],

 

Ángela Ferrari utiliza la referencia a la pintura de cacería –género ligado a la aristocracia europea–, confrontándonos sobre cómo el control y la opresión de los cuerpos atraviesan un entramado complejo de violencias estructurales. La cría selectiva de los perros de caza se instrumentaliza y convierten en una extensión de lo humano para sofocar a los animales salvajes. 

 

Se les llama “piezas” a los animales privados de vida, los cuales se disponen en espacios domésticos convertidos en trofeos. El lugar de la intimidad es el lugar de la complicidad, lo que se oculta de la mirada pública y a lo que sólo unxs cuantxs tienen acceso. Así, deambulamos en un ambiente que nos resulta conocido pero a su vez incómodo. Para ello, Ferrari presenta una escultura de la cabeza de un jabalí, el trofeo de la cacería, que atraviesa la tranquilidad hogareña y se muestra con crudeza. Es el alardeo de la domesticación, una evidencia del control sobre lxs otrxs. ¿Quién puede advertir ahora los signos del espanto[2], cuando nuestro espacio seguro es donde se nos muestra nuestra propia vulnerabilidad?

 

Sin embargo, ante este escenario la artista rompe con la distinción espacial binaria cuestionándonos sobre los límites del adentro y el afuera. Ferrari nos sumerge en un paisaje boscoso lleno de luz. El cielo apenas se delinea pero se refleja en un estanque de agua. Pareciera que ante la angustia de la domesticación, el verdor de los árboles y el aire que sentimos al abrirnos al paisaje es aún una posibilidad para imaginar correr libres o al menos hacer frente de vez en cuando al miedo ante quienes buscan ejercer poder sobre nosotrxs.

 

                                                                                                         

                                                                                                          fernanda ramos mena

 

 

[1] Alejandra Pizarnik, “Nuit de Couer”, en Poesía completa (México, Lumen 2022), 218.

[2] Letra Muerta, “Sin título”de Miyo Vestrani, https://letramuertaed.com/miyo-vestrini/poemas/st/

 

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